La extracción de celulosa en fábrica para hacer papel reciclado es un proceso largo que, con un poco de paciencia, te dará como resultado tu propio papel desde cero.

INFOGRAFÍA

¿RECICLAR O EXTRAER CELULOSA?

Lo cierto es que debe haber un equilibrio entre el reciclaje y la extracción, esto es debido a que no todos los tipos de papel pueden ser reciclados.

Puesto que mucho papel del fabricado por la industria no puede ser seleccionado para el reciclaje, es importante restaurar parte de la celulosa perdida con celulosa extraída de manera sostenible.

Usando los dos tipos de celulosa, la reciclada y la extraída, podemos hacer papeles de una mejor calidad.

Paso 1. Recolecta la materia prima de tu elección

Para hacer extraer la celulosa para hacer papel reciclado artesanal debes reunir los materiales necesarios.

Necesitarás como instrumental agua, una trituradora o una batidora, un colador fino o tela de muselina, una olla grande, cubos o un barreño grande, y una superficie plana para secar el papel.

Para la materia prima, puedes utilizar recortes de papel, astillas de madera, bagazo, algodón, bambú, lino o restos de paja.

Si decides usar recortes de papel reciclado, asegúrate de que estén lo más libres posibles de tinta o colorantes fuertes, ya que estos pueden afectar la calidad del papel final.

Paso 2. Trituración del material elegido

El proceso de extracción de celulosa comienza con la trituración de la materia prima.

En esta fase tienes que reducir a pequeños trozos la materia prima para facilitar el proceso de extracción.

El proceso de trituración se puede hacer a mano o con una trituradora que puedas tener en casa o en tu lugar de trabajo o negocio.

Paso 3. Cocido de las virutas o astillas

Corta los trozos pequeños del material y colócalos en una olla grande.

ASÍ SE HACE

COCCIÓN DE LA MADERA

Se trata de un proceso muy importante durante la extracción de la celulosa, pues ayuda a que esta se desprenda de elementos como lignina, ceras, grasas y taninos.

Esto hace que la celulosa sea más manipulable. De lo contrario obtendríamos un papel de muy baja calidad.

Añade suficiente agua para cubrir las astillas y lleva la mezcla a ebullición. Cocina a fuego lento durante unas dos horas, dependiendo del tipo de madera, removiendo ocasionalmente. Esto ayuda a separar la lignina y las hemicelulosas de la celulosa.

Esta parte del proceso ayuda a ablandar las fibras vegetales y facilita la extracción de la celulosa. Una vez cocidas, deja que las astillas se enfríen antes de continuar con el siguiente paso.

Paso 4. Blanquea la pulpa de la celulosa

En este paso si la pulpa resultante tiene un color marrón tienes que realizarle un blanqueo para que la celulosa se quede pura y blanca.

Para hacer el blanqueo de la celulosa de manera específica tienes que revisar cómo blanquear la celulosa en casa.

Paso 5. Filtra la pulpa

Coloca el colador o la tela de muselina sobre un recipiente grande y vierte la mezcla lentamente.

La celulosa quedará atrapada en el colador mientras el agua se drena. Puedes presionar suavemente la pulpa con una cuchara para eliminar el exceso de agua.

Paso 6. Lavado y secado de la celulosa

Finalmente, la celulosa se lava y se seca minuciosamente para eliminar cualquier residuo, obteniendo así un producto final puro.

Utiliza cubos o un barreño con agua fresca y limpia. Lava varias veces cambiando el agua a los cubos y filtrando la pulpa con el colador hasta que este lo más limpia posible.

Deja la celulosa sobre una superficie plana para que pueda secarse en caso de que quieras almacenarla para su posterior uso. Si no, úsala directamente para hacer las hojas de papel.