Tras preparar las latas de aluminio como láminas y hacer el repujado de las mismas latas, ahora quieres dar color a tus imágenes de metal.

Si aprendes las técnicas correctas tus láminas de aluminio quedarán bellas y muy reconocidas por todos aquellos que las vean.

Paso 1. Prepara los materiales para usar la pintura vitral

Como material básico, necesitas las imágenes repujadas en las láminas de aluminio o del metal en que las hayas creado.

Necesitarás pinturas vitrales de alta calidad en los colores de tu elección, pinceles de diferentes tamaños y formas, un limpiador de metales específico para el tipo de metal que estés utilizando, alcohol isopropílico al 90%, papel de lija de grano fino (400-600), un paño de microfibra, un sellador transparente compatible con pinturas vitrales, y opcionalmente, un horno para el curado final si tu pintura lo requiere.

Como materiales de seguridad, mano guantes de nitrilo, gafas de protección y una máscara para evitar la inhalación de vapores durante el proceso de limpieza y pintura.

Paso 2. Prepara la superficie de trabajo

Comienza limpiando a fondo tu pieza de metal repujado con el limpiador específico para eliminar cualquier residuo de grasa, óxido o suciedad.

Trabaja en un área bien ventilada y usa guantes durante este proceso.

Una vez limpia, pasa suavemente el papel de lija fino sobre la superficie, siguiendo la dirección del repujado para crear una textura microscópica que permita una mejor adherencia de la pintura sin dañar el diseño.

Después del lijado, limpia minuciosamente la pieza con alcohol isopropílico usando un paño de microfibra para eliminar todo el polvo del lijado y cualquier residuo graso de tus manos.

Paso 3. Aplica la pintura vitral

Comienza con los colores más claros y ve avanzando hacia los más oscuros para evitar que los tonos se enturbien.

Utiliza pinceles de diferentes tamaños para acceder a todas las áreas del repujado, desde los detalles más finos hasta las superficies más amplias.

La pintura vitral se aplica mejor en capas finas y uniformes.

Paso 4. Aprende técnicas avanzadas de pintura vitral

Para lograr una cobertura uniforme en las áreas elevadas, puedes usar la técnica de dry brushing, que consiste en aplicar pintura con un pincel casi seco para resaltar las texturas.

El sombreado es esencial para resaltar el relieve del repujado. Aplica tonos más oscuros en las áreas hundidas y más claros en las elevadas para crear profundidad y dimensión.

La técnica de washing puede ser muy efectiva para realzar los detalles del repujado: diluye ligeramente la pintura y aplícala en las áreas hundidas, limpiando el exceso de las zonas elevadas para crear contraste.

Paso 5. Seca y cura la pintura vitral

Deja que cada capa de pintura se seque completamente antes de aplicar la siguiente. Esto puede llevar entre 24 y 48 horas, dependiendo de la humedad y temperatura ambiente.

Una vez que hayas terminado de pintar, permite que la pieza se seque durante al menos 72 horas en un lugar libre de polvo, bien ventilado y a temperatura constante.

Algunas pinturas vitrales requieren un proceso de curado adicional mediante horneado a baja temperatura, generalmente entre 150°C y 180°C durante 30-45 minutos, para alcanzar su máxima dureza y resistencia.

Consulta siempre las instrucciones específicas del fabricante de tu pintura vitral y realiza una prueba en una pieza pequeña antes de hornear tu obra final.

Paso 6. Sella la pintura vitral

Aplica un sellador transparente una vez que la pintura esté completamente seca y curada.

Elige un sellador específicamente compatible con pinturas vitrales y metales.

Aplica el sellador en capas muy finas y uniformes usando un pincel suave o un aerógrafo, dejando que cada capa se seque completamente antes de aplicar la siguiente.

Para un acabado extra brillante, puedes pulir suavemente la última capa de sellador con un paño de microfibra una vez que esté completamente seca.