Para poder hacer repujado en aluminio, necesitas aprender a preparar una lata de aluminio para que se convierta en una lámina.
Puedes utilizar latas que hayas utilizado en tu casa, ayudándote a ahorrar dinero, tiempo y ser beneficioso para el reciclado.
Paso 1. Elije la lata de aluminio adecuada
Busca latas limpias y en buen estado, preferiblemente sin abolladuras ni rayones.
Revisa que la lata esté completamente vacía y enjuagada para evitar cualquier residuo pegajoso que pueda interferir con tu trabajo.
Paso 2. Limpia y desinfecta la lata de alumnio
Lava la lata con agua tibia y jabón suave, elimina cualquier etiqueta o residuo de pegamento.
Para una desinfección adicional, puedes sumergir la lata en una solución de agua y vinagre blanco durante unos 15 minutos.
Después de la limpieza, seca completamente la lata con un paño suave para evitar la oxidación.
Si notas alguna mancha persistente, usa un poco de bicarbonato de sodio como abrasivo suave para eliminarla sin dañar la superficie del aluminio.
Paso 3. Alisa la superficie de la lata de aluminio
Utiliza un rodillo de cocina o una botella de vidrio para alisar suavemente cualquier irregularidad en la superficie de la lata.
Trabaja con cuidado para no deformar la forma cilíndrica de la lata.
Si encuentras áreas particularmente difíciles de alisar, puedes usar un martillo de goma para golpear suavemente la superficie, colocando la lata sobre una superficie plana y firme.
Paso 4. Corta y abre la lata
Con mucho cuidado, utiliza unas tijeras resistentes o un cúter para cortar la parte superior e inferior de la lata.
Realiza un corte vertical a lo largo de la lata para poder desenrollarla.
Ten extrema precaución al manejar los bordes cortados, ya que pueden ser muy afilados.
Si los bordes quedan muy irregulares, líjalos suavemente para evitar cortes accidentales durante el trabajo posterior.
Paso 5. Aplana la lámina de aluminio
Coloca esta lámina entre dos hojas de papel grueso o cartulina y utiliza un rodillo o una prensa de libros para aplanarla completamente.
El objetivo es obtener una superficie lo más plana y uniforme posible para facilitar el trabajo de repujado.
Si notas que la lámina tiende a curvarse, coloca pesos en las esquinas y dejarla así durante unas horas para asegurar un aplanado perfecto.
Paso 6. Pule la lámina de aluminio
Pule suavemente la superficie con una lija de grano fino (400-600).
Lija en una sola dirección para obtener un acabado consistente.
Después del lijado, limpia la lámina con un paño suave humedecido en alcohol isopropílico para eliminar cualquier residuo de polvo y grasa.