El proceso de fundido es uno de los pasos básicos dentro de la orfebrería artesanal.

Para poder hacer tus propias creaciones tienes que aprender a fundir tus metales, ya que es la base de toda esta artesanía y el principio para hacer calados o poder trefilar el metal.

A partir de ello, puedes crear piezas de joyería tan increíbles como el Anillo Único de Poder del Señor de los Anillos.

Paso 1. Elije los materiales para trabajar el fundido

Como instrumentos principales, necesitas un horno de fundición de alta calidad, crisoles de grafito o cerámica, pinzas largas y moldes de grafito, acero arena especial para dar forma al metal una vez fundido.

Como herramientas de seguridad indispensables, guantes resistentes al calor, gafas de seguridad con protección lateral, máscara respiratoria, delantal de cuero y calzado de seguridad.

Paso 2. Prepara los metales para fundir

Pesa los metales con precisión utilizando una balanza de alta sensibilidad, especialmente si se planea crear aleaciones específicas.

Limpia cualquier residuo de grasa, óxido o contaminante que haya en los metales puede afectar negativamente la fundición.

Si utilizas oro y plata, tendrás que hacer un proceso de refinación química para eliminar impurezas.

El método de refinación más común para el oro es el proceso de agua regia, mientras que para la plata se suele utilizar el proceso de copelación.

Paso 3. Realiza el proceso de fundición

Precalienta del horno a la temperatura adecuada para el metal en cuestión.

Los metales tienen que alcanzar y mantener la temperatura correcta para asegurar una fundición completa sin sobrecalentar el metal.

Una vez alcanzada la temperatura, coloca el metal en el crisol previamente calentado e introduce en el horno. Cuando se caliente el metal, comenzará a cambiar de estado sólido a líquido.

Para aleaciones, es en este punto donde se añaden los metales adicionales en las proporciones correctas. Por ejemplo, para crear oro de 18 quilates, mezcla oro puro con cobre y plata en cantidades adecuadas.

La mezcla debe ser agitada cuidadosamente para asegurar una distribución uniforme de los metales.

Paso 4. Vierte y moldea el metal

Retira el crisol del horno utilizando las pinzas largas con extrema precaución y utilizando el equipo de protección adecuado.

Vierte el metal líquido en los moldes preparados. Estos moldes deben haber sido precalentados para evitar un choque térmico que podría resultar en imperfecciones en la pieza final.

Vierte en un flujo constante y uniforme para evitar la formación de burbujas de aire o «frío» en el metal.

Paso 5. Enfría el metal

Deja que el metal se enfríe de manera natural.

Una vez que el metal se ha enfriado completamente, extráelo del molde.

La pieza fundida generalmente presenta una superficie rugosa y requerirá trabajo adicional para alcanzar el acabado con pulido grueso o un acabado espejo.