Si estás en esta página, muy probablemente te preguntes por qué elegir el bordado como tu próximo proyecto artesanal.

Permite que compartamos contigo algunas de las razones que nos empujaron a aprenderlo y motivaron a maestros bordadores artesanales desde hace mucho tiempo. Así, el bordado es una forma de expresión personal que te permite plasmar tus pensamientos, emociones y experiencias en los tejidos que elaboras. Es muy fácil de elaborar y puede ser de gran ayuda en el proceso de meditación y de mindfulness.

Con ello, aprendiendo bordado también te estarás conectando con una comunidad global de artesanos de las labores.

¿Qué es el bordado?

Tradicionalmente, el bordado se considera un pasatiempo. Existen muchas fuentes que ya mencionan el bordado: del bordado habla la Biblia y también Homero en su Odisea.

Bordar se puede definir como «pintar con aguja«. A partir de un patrón dibujado o pintado en una tela, se debe coser siguiendo los colores y patrones que se han establecido. En las mercerías y las tiendas especializadas ya vienen preparados tejidos para aprender a bordar desde casa.

Por este motivo, la labor del bordado es una de las más fáciles y sencillas de aprender. Nosotros lo recomendamos que uno de los tipos de labor que pueden ser aprendidos por adolescentes y niños para comenzar a ser artesanos principiantes en las labores.

Materiales necesarios

Los instrumentos básicos para bordar son los mismos que los que se utilizan en la costura: agujas, dedal, salvadedos e hilos. No obstante, las características de estos cuatro son diferentes a las de la costura y por eso nosotros te vamos a contar las diferencias.

Tijeras

En este caso, existen tijeras específicas para bordar, que son de hoja recta y cortas para retoques pequeños en la labor del bordado. Por otro lado, puede ser interesante utilizar otros tipos de tijeras como las de hoja larga para grandes cortes del tejido; las tijeras romas para cortar el hilo por debajo del bastidor, sin miedo a equivocarse y estropear el tejido.

Finalmente, también puedes añadir a tu kit de bordado un par de tijeras de hojas dentadas que puedes usar al momento de rematar el tejido.

Dedal

Es conveniente que te acostumbres a usarlo. Al igual que en la labor de costura y en la labor de ganchillo, el dedal se pone en el dedo medio de la mano derecha, de forma que la yema toque casi el fondo del dedal. Si eres zurdo, tiene que ser a la inversa.

Al igual que las otras labores, sirve para empujar la aguja, haciéndola salir del tejido que estés labrando.

Salvadedos

Estos son muy empleados por las bordadoras profesionales y sirve para los bordados que se trabajan apoyando el tejido sobre el índice de la mano izquierda.

Hilos

En el caso del bordado, el tema de los hilos es más diverso. Es preferible que utilices hilos de una firma o marca que aúne la tradición con la innovación.

Los hilos más empleados para bordar son la lana y el algodón, evidentemente. Esto es así porque el hilo sintético tiende a resbalar y a deformar la línea de bordado. No obstante, si vas a trabajar sobre tejidos sintéticos, SÍ necesitas hilos sintéticos. Por otro lado, también se puede trabajar con rafia y con hilos de oro y metal.

Tejidos

Puedes bordar en prácticamente cualquier tipo de tela, por la gran cantidad de variedades entre las que se puede escoger: organza, lino, lienzo, batista, entre muchos. Sin embargo, las preferencias tradicionales con el bordado son la tríada lino, algodón y cáñamo en todas sus variantes de elaboración.

Bastidor

Este instrumento es indispensable para las labores finas del bordado, para las que cubren una gran extensión de tejido, para el punto de sombra y para todos los puntos en los que se corre el riesgo de fruncir el tejido.

Por otro lado, puedes elegir entre dos tipos de bastidores: el llamado bastidor suizo y el bastidor cuadrangular.

El bastidor suizo es más corriente y simple. Se utiliza en las labores de bordado de dibujos pequeños y pequeñas dimensiones. Es el típico con dos aros que se puede ver en telenovelas y series de época.

Para trabajos de labor de bordado más amplios o de bordado sobre cañamazo es preferible utilizar el bastidor cuadrangular. Este tipo de bastidor mide entre 60-80 centímetros, pero puede llegar a alcanzar hasta 2 metros para bordar manteles, colchas o sábanas.

Puntadas básicas del bordado

Punto de basta

Es el punto más sencillo de los puntos de bordado.

Lo debes realizar en forma horizontal, procediendo con la aguja de derecha a izquierda, cogiendo y dejando, arriba y abajo, un número igual de hilos del tejido.

La única precaución que tienes que tener en cuenta es NO ESTIRAR del hilo para que no se frunza la labor.

Pespunte

El pespunte se emplea en el cosido a mano y se hace de derecha a izquierda.

Se coge con la aguja un número par de hilos y se vuelve a entrar cogiendo la mitad de dichos hilos, desplazándose otros tantos hilos a la izquierda. Debes hacerlo siempre así, clavando la aguja al final del punto anterior.

El efecto final es idéntico al revés del punto de tallo, que explicaremos posteriormente.

Punto hacia atrás

Para realizar el punto hacia atrás es necesario que sepas que éste se compone de puntos de pespunte espaciados. Esto significa que entre un punto de pespunte y el siguiente debes dejar dos o tres hilos del tejido.

De esta manera, para obtenerlo, tienes que clavar la aguja unos hilos más a la izquierda del último punto trabajado.

Punto de tallo

El punto de tallo se utiliza principalmente como complemento de los puntos de cobertura, también denominados punto de estera o de llano, cuyos contornos delimita muy claramente o para hacer resaltar bordados de líneas finas y curvas.

Se realiza procediendo de izquierda a derecha. Entonces, debes pasar la aguja, con la punta dirigida a la izquierda, bajo dos o tres hilos del tejido. Después se hace un segundo punto, desviándose hacia la derecha y volviendo a coger el mismo número de hilos hacia la izquierda.

El segundo punto puede terminar en el comienzo del anterior o superponerse al ya hecho; en este caso, el efecto será el de un cordoncillo retorcido.