Antes de la imprenta de Gutenberg, la impresión sobre papel se realizaba mediante la talla en madera del texto que se deseaba imprimir con una inversión de los caracteres para que se pudiera leer claramente. Este modo de impresión era muy laborioso e impedía imprimir volúmenes grandes, por lo que aún seguía siendo más rentable copiar los textos de manera manual. Acompáñanos en el viaje de cómo Gutenberg desarrolló la imprenta, las repercusiones de su invención hasta su trágico final.
La imprenta antes de Gutenberg
La evolución de la imprenta proviene de la técnica de la xilografía, una técnica de grabado sobre madera que surgió en China alrededor del siglo V a.C.. En un principio estos grabados se realizaban sobre tela y tablillas de madera, y no se aplicó sobre el papel hasta la invención del mismo en el siglo II d.C..
La xilografía se difundió por Europa hacia el final del siglo XIV. Antes de la invención de la imprenta moderna, los libros se difundían a través de copias manuscritas realizadas por copistas, en su mayoría monjes, lo que hacía que la reproducción de textos fuera una tarea laboriosa.
Pero la xilografía no resultó ser una solución, pues se necesitaban artesanos que tallasen a la perfección todas los moldes antes de realizar los grabados. Una tarea realmente laboriosa que podía llegar a demorar muchísimo tiempo si se deseaban grabar libros demasiado largos. La invención de la imprenta por Johannes Gutenberg en el año 1440 resolvería la necesidad de mecanizar el proceso de impresión con su sistema de tipos móviles.
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El padre de la imprenta
Se estima que Johannes Gutenberg nació en torno al año 1400 en la ciudad de Maguncia. Su nombre de nacimiento fue Johannes Gensfleisch, hasta la década de 1410 cuando su padre, Friedrich Friele Gensfleisch, adoptó el apellido zum Gutenberg.
Desde joven aprendió orfebrería y pulido de piedras, realizando trabajos de joyería para las personas más acaudaladas de Maguncia. Llegó a trabajar para obispos, perfeccionando la técnica del oro fundido. Tras estudiar en Erfurt, se mudó a Estrasburgo, donde fundó una sociedad junto con tres ricos de la ciudad. Se suponía que era una sociedad para que Gutenberg enseñara el arte del pulido de piedras y gemas, pero nunca llegó a tener discípulos. En realidad estaba creando la primera imprenta en secreto.
La invención de la tipografía móvil
La imprenta de tipos móviles de Gutenberg, estaba pensada para que a base de pequeños moldes de plomo con los que se pudiesen diseñar páginas enteras gracias a unas guías que los sostenían. De esta manera los moldes podían ser reutilizados para ahorrar tiempo en la manufactura de moldes.
A esos moldes es lo que se denominó tipos individuales móviles, los cuales estaban inspirados en la letra manuscrita de los monasterios. Los tipos móviles eran pequeñas piezas de metal que representaban letras, números y signos de puntuación. Podían ser reorganizados para imprimir diferentes textos como si una mano humana los hubiera realizado. Este método de impresión supuso un avance significativo en comparación con las técnicas anteriores, como la xilografía, ya que permitía una mayor eficiencia y la producción en masa de libros y otros materiales impresos.
La Biblia de Gutenberg
Uno de los primeros libros que Gutenberg decidió imprimir una vez la técnica estuviera perfeccionada fue la Biblia. Esta Biblia Vulgata, redactada en latín, fue el primer libro creado en masa por la humanidad. Es conocida como la Biblia de 42 líneas, por tener cada página 42 líneas de texto. La mayoría fueron realizadas en papel y unas pocas en pergamino.
De los aproximadamente 180 ejemplares originales solo quedan 47 y menos de la mitad están completos. La venta de dichas Biblias supuso un gran beneficio para Gutenberg, pero no el suficiente para solventar los préstamos que había adquirido para la creación de la imprenta.
El Impacto de la imprenta de Gutenberg
La imprenta de tipos móviles marcó el comienzo de una nueva era en la difusión del conocimiento, al facilitar la producción de libros a gran escala y a un costo más asequible. Se trata de un hito histórico que cambió el mundo entero gracias a la gran facilidad de divulgación textual, sentando las bases para el desarrollo de los movimientos sociales que estaban por acontecer en los siguientes siglos.
Al final, la imprenta se usó como herramienta política e ideológica, para poder producir textos en contra de personajes públicos, religiones, y reinos. La rapidez y facilidad de uso de la imprenta así como su uso como herramienta de poder generó movimientos reaccionarios en contra de su uso, como si de una invención maligna se tratase.
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El final de Gutenberg
Gutenberg no logró calcular bien los tiempos que le llevaría su creación, por lo que se vio en la necesidad de pedir más dinero a su prestamista.
En una de las peticiones, el prestamista aceptó a cambio de que su sobrino entrase en la imprenta como aprendiz. En la siguiente solicitud de préstamo, el prestamista dio orden de embargo del negocio y su sobrino quedó a cargo del mismo.
Tras tanto tiempo de desarrollo de su invención, Gutenberg quedó en la ruina total. Ayudó a crear otras imprentas a cambio de dinero, pero nunca fue lo suficiente para concluir sus deudas. Volvió a su ciudad natal Maguncia, donde fue acogido bajo la protección del obispo y un noble local hasta su muerte en febrero de 1468.
El final de su vida no hizo justicia a la importancia de su invención, su tumba se perdió en el incendio de 1793, y, sin embargo, su legado continúa más vivo que nunca en nuestros días a través de los procesadores y editores de texto, y ahora también con las inteligencias artificiales.
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