¿De dónde viene el queso y por qué es tan delicioso?

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El queso es uno de los alimentos más versátiles que existen. Si eres un amante del queso, sabes que es delicioso, pero a lo mejor lo que no sabes es que ha sido parte de la dieta humana durante siglos.

Si te estás planteando elaborar queso desde tu casa, es importante que conozcas sus orígenes y los secretos que esconde tras su inconfundible sabor y olor.

Quédate con nosotros en esta entrada, para ver juntos el origen de la elaboración de los primeros quesos. Te enseñaremos qué es lo que hace que el sabor del queso atraiga a tantas personas y te mostraremos cómo puedes clasificarlo dependiendo de ese sabor tan delicioso que tiene.

El humilde origen del queso

Tal vez creas que el origen del queso está muy documentado y registrado en un texto antiguo. La verdad es que su origen es INCIERTO.

Algunos estudiosos creen que es un alimento milenario cuyos orígenes se remontan hasta el Neolítico, hace entre 8,000 y 12,000 años. Durante este periodo el ser humano aprendió a domesticar animales como ovejas, cabras y vacas. Por este motivo, se cree que la observación y curiosidad del hombre llevaron al descubrimiento accidental del queso. Así, un pastor de Asia Menor podría haber guardado leche en una odre encontró que cuajó debido a las condiciones ambientales.

Otros expertos, sin embargo, creen que sus humildes orígenes son posteriores, hacia el 6,000 o 7,000 antes de Cristo. En las vastas llanuras de Mesopotamia (la actual Irak), se ha hipotetizado de que los nómadas guardaban leche en bolsas hechas de tripas de animales. Bajo el sol ardiente del día y el frescor de la noche, la leche se transformaba en una sustancia sólida que comenzaron a consumir.

Sea cual fuese su origen, lo cierto es que marcó un antes y un después, pues se convirtió en uno de los alimentos más consumidos de la humanidad.

Pero, ¿por qué el queso es tan delicioso?

La respuesta a esta pregunta se encuentra en la composición química y en el proceso de elaboración del queso. Durante la fase de maduración del queso, éste desarrolla compuestos aromáticos que son muy reconocidos por las personas.

Los compuestos se desarrollan gracias a las bacterias lácticas. Éstas transforman la lactosa en ácido láctico, creando el ambiente perfecto para que las enzimas descompongan las proteínas y grasas de la leche.

Y, ¿cómo puede el queso tener tan buena textura?

Es muy curioso pero lo que le da textura al queso es la interacción de muchos factores. Cuando la grasa y la proteína que hay en el queso se juntan con la humedad y la fase de maduración se crean los diferentes niveles de consistencia de la pasta quesera. La grasa aporta suavidad, la proteína firmeza, la humedad cremosidad y la maduración, como hemos visto, desarrolla sabores y texturas según la cantidad de tiempo que se mantenga en esa fase. Así, la combinación de estos factores determina la textura única de cada tipo de queso. 

Como puedes leer, es un proceso en el que mucho factores se ven implicados a la hora de llegar dar al queso su sabor característico.

No obstante, y como puedes imaginar, para llegar a la fase de maduración del queso, es necesario elaborar el queso desde sus inicios, transformándolo desde la leche. Por lo que, si eres un artesano quesero o quieres iniciarte en su aprendizaje, te animamos a que TE INFORMES y te pongas manos a la obra para degustar tus propios quesos, e incluso HASTA VENDERLOS.

Clasificación de quesos

De esta manera, llegamos hasta la clasificación de quesos por su sabor y textura. Como te puedes imaginar, según el proceso y la elaboración que quieras darle a tus quesos, serán clasificados en una categoría o en otra.

Clasificación por textura

Según la clasificación de los quesos por la textura o consistencia de la pasta, se pueden mencionar los siguientes tipos de quesos:

  • Quesos duros: Tienen una textura muy consistente y son ideales para rallar o gratinar. Algunos ejemplos son el parmesano, el Cheshire, el Lancashire, el queso holandés y el gouda ahumado.
  • Quesos semiduros o semiestacionados: Tienen una textura menos compacta que los quesos duros. Algunos ejemplos son el Gouda semi-estacionado y el Edam.
  • Quesos semiblandos: Tienen una textura ligera y cremosa debido a su contenido de humedad relativamente alto. Algunos ejemplos son el Gorgonzola, el Cabrales y el Roquefort.
  • Quesos blandos: Tienen una textura suave, húmeda y cremosa, siendo ideales para untar en una rebanada de pan. Algunos ejemplos son el Brie y el Camembert.
  • Quesos muy blandos: Tienen una textura muy suave, húmeda y esponjosa, y no necesitan madurar. Algunos ejemplos son el Ricotta, el Cottage y el queso crema.

Clasificación por sabor

Otra forma de clasificar los quesos es por su sabor, que varía desde intensidades frescas o dulces hasta intensidades pronunciadas. Así, según la intensidad del sabor, los quesos se pueden clasificar en las siguientes categorías:

  • Intensidad fresca o dulce: Estos quesos presentan un sabor ligeramente ácido y láctico, con una textura lisa y granulosa. Algunos ejemplos famosos son el queso de Burgos, cuajadas, quesos de cabra lácticos y quesos enriquecidos con crema o de muy poca maduración.
  • Intensidad poco pronunciada: Se refiere a quesos con una maduración corta, pero que tienen marcados sabores a leche y mantequilla.
  • Intensidad pronunciada: Estos quesos tienen un sabor «con carácter», con predominio de sabores a leche cocida, cereales, frutos secos o vegetales. Algunos ejemplos son los quesos con una maduración en su punto.
  • Intensidad muy fuerte: Estos quesos tienen un sabor picante y característico, a menudo con adición de cuajo, alta humedad en la pasta y a veces salados o incrementados con nata.

Esta clasificación se basa en la percepción subjetiva del sabor de los quesos establecida por las personas a lo largo del tiempo. Esta diversidad de clasificaciones refleja la amplia gama de quesos disponibles y sus distintas características, lo que permite a tus potenciales clientes elegir según sus preferencias y necesidades culinarias.

Depende de TI elegir el tipo de características que tendrá tu queso, desarrollarlo y explotarlo para obtener beneficios de él.

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