3 métodos para conservar las mermeladas sin azúcar

Las mermeladas caseras sin azúcar son una muy buena alternativa para aquellos que buscan reducir su consumo de azúcar refinado o disfrutar de sabores más naturales, ya sea por dietas especiales o por una mejora de su estilo de vida.

Sin embargo, conservar estas mermeladas puede ser un desafío debido a su mayor contenido en agua y menor contenido en azúcar, lo que las hace más propensas a la fermentación y descomposición.

En esta entrada, te presentamos tres métodos efectivos y sencillos para conservar tus mermeladas caseras sin azúcar y poder ofrecerlas a tus potenciales clientes sin problemas.

Conservación en frío

Almacenar las mermeladas en un lugar frío y seco es uno de los métodos más simples y eficaces para prolongar su vida útil. Asegúrate de que el refrigerador esté a una temperatura entre 2°C y 4°C (35°F y 39°F). Así, harás que los envases estén herméticamente cerrados para evitar la entrada de aire y contaminación.

Las mermeladas sin azúcar pueden conservarse en frío durante varios meses, siempre y cuando no se abran ni manipulen con frecuencia. Es importante etiquetar los envases con la fecha de envasado para llevar un control.

Conservación en agua con ácido cítrico

El método del agua con ácido cítrico es una alternativa tradicional y efectiva para conservar mermeladas caseras sin azúcar. Necesitarás un envase limpio y seco, agua purificada y unas gotas de jugo de limón o ácido cítrico en polvo. Llena el envase con agua, agrega unas gotas de limón o 1/4 cucharadita de ácido cítrico por cada taza de agua y revuelve.

Coloca las mermeladas en el envase, asegurándote de que estén completamente cubiertas por el agua acidulada. Cierra herméticamente y guarda en un lugar fresco y oscuro. El ácido cítrico inhibe el crecimiento de microorganismos y bacterias, permitiendo conservar las mermeladas durante varios meses.

Conservación en frascos de vidrio con tapa hermética

Otra excelente opción para conservar mermeladas caseras sin azúcar es utilizando frascos de vidrio con tapas herméticas. Asegúrate de que los frascos estén bien limpios y secos antes de llenarlos con las mermeladas.

Posteriormente, cierra firmemente las tapas y guarda los frascos en un lugar fresco, seco y oscuro. De esta manera, las tapas herméticas crean un ambiente anaeróbico que impide la entrada de aire y contaminación. Así, se permite conservar las mermeladas durante varios meses.

Recuerda etiquetar los frascos con el contenido y la fecha de envasado para que tus potenciales clientes no tengan problema con su vida útil.